martes, 13 de marzo de 2018

Canto, danza y música para una catedral. La Cantoría de Luca della Robbia




Hubo tiempos en los que la alegría de la música inundaba los templos y no estaba mal visto que las alabanzas incluyeran los cantos mas bellos, las danzas mas atractivas y todo tipo de instrumentos.




"Que todo ser viviente alabe al Señor
 ¡Aleluya! ...
 Alábenlo con toques de trompeta, 
alábenlo con el arpa y la cítara; 
alábenlo con tambores y danzas, 
alábenlo con laudes y flautas. 
Alábenlo con platillos sonoros, 
alábenlo con platillos vibrantes, 
 ¡Que todos los seres vivientes 
alaben al Señor! 
¡Aleluya!"


Salmo 150. Libro de los Salmos. 

Los viajes están llenos de preciosos y delicados momentos de descubrimiento de obras excepcionales que llaman a la contemplación y el detenimiento en los detalles. Algunos de ellos se apoderan de nosotros de una forma asombrosa por el tema, el tratamiento, el significado y  la calidad de la obra.
Es sólo un ejemplo, pero la Cantoría exhibida en el Museo de la obra de la Catedral de Florencia, obra de Luca della Robia, enamora por varias razones, siendo la primera, que no la principal -hay muchas y todas de importancia- la revelación de la trascendencia de la música(canto y danza incluidos) durante el Cuatrocento. 
Es cierto que música, canto y danza forman parte importante en las manifestaciones de la tradición, en las alabanzas religiosas y en el disfrute del pueblo y las élites.
En este caso particular, todas ellas aparecen representadas con personajes infantiles y adolescentes de una forma un tanto idealizada y bastante comedida.
Cada grupo escénico está lleno de detalles y gestos que le confieren un naturalismo muy clásico, incluso en la elección de la indumentaria.  
En los grupos del bajorrelieve se exploran diversas formas de alabanza y diferentes estados de ánimo que oscilan desde la concentración en la ejecución musical hasta actitud alegre mas pueril. 
Se sostiene que en el caso de algunos paneles, esculpidos después de la fase inicial, queda patente que existe una influencia de los putti bailarines de Donatello realizados para el púlpito de la Catedral de Prato, a lo que también se menciona una carta de Matteo da Prato de 1434.
El mensaje del conjunto es una invitación, a través de la música y la alegría, a amar a Dios.
Su lugar de destino era  ser colocada sobre las puertas de entrada en la sacristía nueva de la catedral de Florencia, frente a otra cantoría realizada por Donatello.
Della Robia, que esculpió esta obra entre 1431 y 1438, debió inspirarse en el Último Salmo del rey David, cuyos versos aparecen en la base de la Cantoría. 



"Laudate eum in timpano"



"Et cithara"


"Laudate eum in psalterio"



 "Laudate eum in sono tubae"



Cantores o cantantes


"Laudate eum in cimbalis bene sonantibus"


 Laudate eum in cimbalis iubationis



"Laudate eum in cordis et organo"



Et Choro

¡Les deseo una muy feliz semana!


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