martes, 9 de febrero de 2016

Valor social y voluntariado del Patrimonio Cultural



Visitas guiadas por voluntarios en las ruinas del Monasterio Jerónimo de la Armedilla, en Cogeces del Monte (Valladolid), Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento


Que el Patrimonio Cultural es cosa de todos no es algo que acabe de inventarse. De hecho su propio nombre y las normas elaboradas para su protección y conservación implican a la sociedad en la salvaguarda y acrecentamiento del patrimonio por ser de todos, de usufructo colectivo y por tanto de responsabilidad del conjunto de la sociedad. 
Las instituciones públicas son garantes de que así sea, sólo que durante un tiempo, el mundo académico, empeñado en la construcción del aparato técnico y metodológico, acaparó, junto al institucional todo el protagonismo, acostumbrando al ciudadano a exigir que fuera la Administración pública quien interviniera a cada paso en todo lo relacionado con el reservado mundo del Patrimonio Cultural. Las administraciones responsables de las competencias en materia de salvaguarda, pasaron mas de una década intentando establecer departamentos, consolidar presupuestos y aquilatar atribuciones.
Hace unos veinte años comenzó a hablarse del valor del Patrimonio Cultural. Se han hecho reuniones, hay foros, cluster y transversalidad en las políticas. Se ha escrito y analizado sobre la repercusión económica directa e indirecta del patrimonio Cultural, de su papel en el desarrollo sostenible, en el impulso del turismo y el ocio y sobre la reversión a la sociedad de los bienes integrantes de ese patrimonio de todos. 
Se ha pasado de considerar Patrimonio Cultural exclusivamente los bienes monumentales de carácter noble y litúrgico, repletos de arte, pasando a integrarse en este mismo concepto el folklore, las representaciones simbólicas comunitarias, las costumbres, las técnicas y actividades tradicionales, las escrituras cotidianas y las construcciones industriales, entre otras muchas cuestiones.
Visitar un museo ya no es la única opción para conocer los bienes arqueológicos y artísticos; centros de interpretacion, gabinetes pedagógicos y didácticos, talleres en las escuelas y soportes educativos digitales, recreaciones infográficas y plataformas digitales permiten acceder al Patrimonio como hasta ahora era impensable hacerlo .



Patrimonio cultural pastoril. Grabación para el programa de televisión Rincones con Encanto. En el chozo de los Hilas y Parque etnográfico de los pastores de Cogeces del Monte (Valladolid) con la periodista Beatriz Sanz Olandía.

Los medios de comunicación se han hecho eco de las campañas arqueológicas de los lugares mas destacados, existen cuerpos especiales de las fuerzas de seguridad que se hacen cargo del expolio, se realiza un programa de prevención de impactos, se planifica y ordena el territorio teniendo en cuenta estos bienes culturales y se ha apostado por socializar el conocimiento científico y el resultado de las actuaciones realizadas en la investigación, restauración y conservación del Patrimonio Cultural.
Fruto de todo ello ha sido la aparición de una demanda, un interés ciudadano creciente, que de forma individual y colectiva exige mejoras en la política de conservación del mismo e incluso se involucra de forma directa en la realización de denuncias sobre las agresiones a los bienes culturales, las labores de mantenimiento, las reivindicaciones de la recuperación de espacios patrimoniales para usos culturales y el desarrollo territorial, recreaciones y representaciones de todo tipo en monumentos, yacimientos y sitios históricos.
Hay ejemplos para todos los gustos y una ingente cantidad de prácticas mas o menos atinadas en las que el voluntariado juega un papel primordial. Intentar realizar una apuesta por aunar el interés social y la actuación del ciudadano con el mandato de las normas y la metodología de actuación está siendo objeto de una atención especial desde algunas instancias con competencias en la materia y diversos grupos de voluntarios y/o técnicos especialistas.


Foto general de la Jornada técnica de AR&PA 2014. En la mesa, Consuelo Escribano Velasco y Miguel Angel García Velasco, coordinadores.

Una de estas apuestas se llevó a cabo en la Bienal AR&PA 2014 donde se dieron cita mas de 40 participantes del ámbito del voluntariado, el asociacionismo, las administraciones local y autonómica, la Guardia Civil, la Universidad, Fundaciones, el periodismo y los colectivos de discapacitados, en una intensiva jornada en la que se abordaron aspectos tan variados como el papel de los ciudadanos en situaciones de emergencia y desastre, la valoración de las experiencias, el papel de los ciudadanos en la protección eficaz frente al deterioro y el expolio, los mecanismos de las fuerzas de seguridad en la protección del Patrimonio Cultural, la educación e innovación en el ámbito de la divulgación del mismo, su tratamiento periodístico, las recreaciones en el marco de la valoración del patrimonio arqueológico y la accesibilidad.





Mesa de la Jornada técnica en AR&PA 2014 con el capitán Javier Morales, Jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil

Haber apostado por su programación y coordinación responde a la necesidad de crear ámbitos de intercambio y formación que permitan a los ciudadanos actuar y exigir con responsabilidad, formarse y trabajar de forma coordinada con técnicos y administraciones públicas. Fruto directo de la experiencia llevada a cabo es la elaboración de la propuesta de decálogo que hoy me atrevo a compartir con ustedes y de la que soy responsable junto con Miguel Angel García Velasco. 
Creemos que merece la pena hacerlo público y esperamos su parecer.

Buenas prácticAShttp://monasterioderioseco.com/semana-del-voluntariado/


Decálogo del voluntario del Patrimonio Cultural. Propuesta de  buenas prácticas.

El patrimonio cultural es un derecho y debe estar al servicio de los intereses del colectivo social. 
Son los ciudadanos los que valoran su patrimonio y  deben velar por la protección del mismo como legado a lo largo de las generaciones.
Cualquier persona puede, como ciudadano de pleno derecho, actuar de forma voluntaria en la salvaguarda y disfrute de los bienes culturales teniendo en cuenta la especificidad del mismo, la metodología y los límites de su intervención, su fragilidad y la necesidad de preservación, protección, mantenimiento y usufructo.
Teniendo en cuenta lo anterior y valorando las experiencias realizadas en esta materia con sus aciertos y handicaps, se elabora una propuesta de buenas practicas en el voluntariado del patrimonio cultural que se resume en los siguientes puntos

1.- Un voluntario es cualquier persona que con independencia de su edad, sexo, creencias y formación quiere realizar un trabajo beneficioso para la correcta gestión del patrimonio Cultural bien sea respecto de un bien o conjunto de bienes, un territorio o un aspecto concreto.

2.- Un voluntario del Patrimonio debe obtener una formación adecuada para conocer y respetar el Patrimonio Cultural, entendiendo que ésta se refiere, al menos, a las normas que rigen su protección, sus características y la diversidad y especificidad de las actuaciones que puedan acometerse.

3.- Debe ser un intermediario entre las Instituciones y el resto de la sociedad.

4.- Jamás suple el papel del técnico cualificado necesario para la ejecución de una intervención en el patrimonio, salvo que dicho técnico sea también un voluntario.

5.- El trabajo  de los profesionales y los gestores del patrimonio debe permitir la colaboración de  los voluntarios  y viceversa, asentándose sobre las bases del respeto y la clarificación de sus papeles diferentes en las intervenciones que se programen.

6.- El voluntariado se asienta sobre actitudes y aptitudes:
. Las actitudes giran en torno al interés por el desarrollo sostenible, como agentes dinamizadores de los territorios, conocedores de la realidad cultural y su pasado que actúan de forma entusiasta.
. Las aptitudes: relacionadas con la formación en el conocimiento, necesidades de  investigación, mantenimiento, protección, conservación, protección y puesta en valor.

7.- Sus actuaciones deben desarrollarse siempre dentro de la legalidad vigente respetando escrupulosamente el régimen de competencias y autorizaciones establecidos para la protección del patrimonio cultural.

8.- El trabajo voluntario es una labor de equipo en el que todos  forman parte del mismo cada uno con un fin determinado.

9.- El voluntario tiene necesariamente un sesgo social que debe perseguir la conciliación, cohesión e interactuación con otros campos: la educación, el medio ambiente y el  Turismo.

10.- El voluntario del patrimonio debe ser capaz de reconocer su identidad cultural y transmitir el concepto y el programa de actuaciones que realiza.

Espero que les resulte de interés.

¡Les deseo una buena semana! 




Nada de esto hubiera sido posible sin que los responsables de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León con Enrique Sáiz Martín Y Jesús del Val Recio a la cabeza hubieran apoyado nuestras inquietudes y trabajo..

martes, 2 de febrero de 2016

El canto de bodas de Leodegundia



No hubo un acuerdo inicial cierto entre los investigadores sobre quien fue el esposo de la noble donna Leogundia, hija de Ordoño I de Asturias, si bien pronto se reveló su coetáneo, el señor García Iñiguez, como candidato mas seguro.


Ordoño I de Asturias. Tumbo A de la catedral de Santiago de Compostela.

Inaugurando la segunda mitad del siglo IX se realiza el real enlace, un auténtico pacto de estado entre dos reinos emergentes del norte peninsular, el segundo o tercero del navarro, cuya excepcionalidad radica en que nos ha brindado la oportunidad de conocer un texto, recogido al final del texto del Códice de Roda, que es el mas antiguo ejemplo de canto de loa de bodas que conocemos en nuestro territorio. 


Códice de Roda

El panegírico, encargado por el novio, es un himno que menciona quienes son los súbditos y cúales las virtudes de la esposa, la gran fiesta prevista, el banquete y el importante papel que la música juega en la celebración, pues no sólo contiene en el texto especificidades sobre las melodías que acompañaban la ceremonia con cantos al son de cítaras (de cuatro cuerdas), liras y címbalos,  si no que también lleva, en la primera estrofa, notación musical neumática mozárabe, constituyendo el primer ejemplo de música nupcial conocido en la actualidad.

Su texto es el siguiente: 

(L) Brindemos con alegría por la gran Leodegundia, hija de Ordoño. Entónense en su honor, entre aplausos, dulces loas como sones de flautas.
(E) Digna de su óptima sangre real, orgullo del linaje de su padre y de la alta gloria de su ascendencia materna.
(O) Elogiemos con voces de himnos y suaves canciones sus ejemplares costumbres y su facilidad y erudición en las ciencias sagradas y profanas.
(D) En su rostro brillan el decoro y la modestia y da gracia a cuanto dispone con admirable orden..
(E) Dichoso el esposo que dispone la castidad de Leodegundia, grata a Dios y amada sin mácula.
(G) Alégrense las personas que forman su casa, y entonen cánticos con dulces voces y ritmos por su Señora.
(U) Para que alcance felicidad largo tiempo y se vea con hijos y nietos, alegría y buenas amistades, lo que rogamos reiteradamente a Dios.
(N) Y en loor de doña Leodegundia tañan los músicos las cuatro cuerdas de sus cítaras con bellas melodías.
(D) Que los habitantes de Pamplona canten a Leodegundia con un orfeón de insistentes voces en tanto que suenan las vibrantes liras y flautas.
(I) Renovad siempre su recuerdo, que ella os ama como si siempre os hubiese conocido.
(A) Exaltarla, amigos y parientes queridos, porque, como en hija predilecta, se manifiestan en ella el carácter y los saberes de su padre.
(P) Bellísima Leodegundia, escucha las melodías que con sus agradables instrumentos te dedican los que te sirvan, para que los atiendas.
(V) Piden , sierva de Dios, que seas dichosa y protejas a los huérfanos y a los pobres y resultes grata a todos tus súbditos.
(L) Que la luz de Dios caiga sobre ti y ahuyente las sombras pecadoras, y observes la Santa ley Divina.
(C) Resuene el conjunto coro para que ... Cause alegría a los que te quieren.
(R) Suena y se reproduce la canción y los versos musicales armoniosos y suaves en las salas de tu palacio real.
(A) Brilla tu hermoso rostro mientras los criados preparan las copas de ambrosía para la fiesta.
(O) Los próceres y los amigos se sientan junto a los reyes en la mesa cubierta de viandas deliciosas.
(R) En el preparado banquete el signo de Cristo bendice la viandas reales y también, piadosamente, las que como siempre van a ser destinadas a los pobres.
(D) Así las oraciones de los pobres que piden por los reyes son escuchadas por el Redentor.
(O) Vengan los coros ante los invitados y dediquen al Dios que nos da vida sus más amables melodías.
(N) No hay canciones groseras o escandalosas ni alegría de orgía. La fiesta se celebra entre laudos al Altísimo.
(I) Comiencen los cánticos vibrando las liras y los címbalos, y rindan sus primeros arpegios, que en el banquete se escuchan, en honor del Rey de los Reyes, que a todos nos rige.
(I) Y canten ahora con nuestros versos a la clara Leodegundia y al matrimonio que nos ha traído para todos.
(F) Que vivas feliz bajo la protección de Cristo, poseas tu reino sin adversarios y que nunca triunfen sobre ti los enemigos.
(I) Sigue la dulce ley de Dios ... que a los humildes y los mansos lleva el Reino eterno.
(L) Traspasa las puertas de la casa de Dios con humildad y piedad frecuentes y hazte pura con las lágrimas y oraciones dirigidas al Señor.
(I) Así, entre dulces cánticos, te reconfortarás con las palabras de vida del Redentor.
(A) Salve, doña Leodegundia, que Dios te proteja siempre y que después de larga vida alcances el Reino de Cristo con todos los elegidos.



Cítara. Museo de la Música. Colección de Luis Delgado. Urueña (Valladolid)
http://www.funjdiaz.net/museo/ficha.php?id=13

Pero es que, como habrán podido percibir en la transcripción,  es un acróstico, pues las primeras letras de cada verso permiten leer un texto latino que reza 
" Leodegundia pulchra ordonii filia".
La reina había nacido en 845 en la familia real asturiana, donde las mujeres gozaban de un estatus especialmente protegido en derechos dinásticos. Allí recibiría además de una instrucción típicamente femenina -siguiendo las costumbres de la época en cuanto a las habilidades propias del ámbito doméstico, en la que cobran protagonismo especial el hilado, el bordado y el uso de la rueca- otras encaminadas a incrementar las cualidades de su intelecto en el ámbito de la música y las letras. La reina de la loa nupcial no es sólo bella sino culta e instruida. 

Concertadas dote y boda, la novia, de 13 años, se trasladaría, protegida y amparada por su comitiva real, de Oviedo a Pamplona, un territorio que a fecha de la boda, que se produce en 858, no es aún sede de ningún reino.
Poco mas sabemos de este personaje, salvo que dió a luz una hija, doña Óneca, sumergiéndose en el silencio al que durante siglos se mantuvieron muchas reinas.
Algunos han querido proponer su retiro espiritual lejos de Pamplona, en el convento gallego de Bobadilla, donde se conoce de la existencia de la monja escritora Leogundia que copió el himno dedicado en su honor bajo el título “Versi domna Leodegundia regina” que concluía del siguiente modo:




Del blog http://www.condadodecastilla.es/personajes/leodegundia-monja-escriba/


O uos omnes qui legeritis hunc codicem mementote clientula et exigua Leodegundia qui hunc scripsi in monasterio Bobatelle regnante Adefonso principe in era DCCCCL quisquis pro alium orauerit semetipsum domino conmendat.


“A todos cuantos leáis este códice, acordaos de la humilde Leodegundia, que empezó a escribirlo en el monasterio de Bobadilla, siendo rey Alfonso, en el año 912 (era 950). Quien rece en nombre de Leodegundia, estará rezando a Dios en su propio nombre”. 




El texto corresponde a un códice que actualmente se encuentra en el monasterio de El Escorial (Madrid), con la signatura a.I.13



¡Feliz semana!






Mas información:
http://www.revistacodice.es/publi_virtuales/iv_congreso_mujeres/comunicaciones/ALVAREZGARCIA.pdf

Pérez de Laborda, Alberto. Guía para la historia del País Vasco hasta el siglo IX. Editorial Txertoa. Donostia -San Sebastián (Tomado de J.E. Casariego)