martes, 13 de octubre de 2015

La Puerta de la Majestad de la Colegiata de Toro, la música del cielo y la sexta arquivolta.



Domingo Pérez, maestro pintor, se rebela con su firma bajo el repinte secular del Pórtico de la Majestad de la Colegiata de Toro en Zamora. Los trabajos de restauración de la portada gótica, realizados entre 1980 y 1990, ponen en evidencia la existencia de una inscripción, que atestigua su autoría bajo el mecenazgo de Sancho IV y María de Molina, quienes habían promovido elevar la categoría de la antigua iglesia a Colegiata y ordenado erigir la puerta para exaltar la coronación de la Virgen María en el acceso principal al templo, situándolo al oeste, sobre las trazas preexistentes de una puerta románica de 1230, de la época de Fernando III. De aquella restan dos cuerpos, el inferior de siete columnas a cada lado sin policromía alguna, y otro superpuesto, con columnas mas estilizadas, intercaladas con espacios decorados con motivos geométricos, y capiteles vegetales combinados con escenas de la Infancia de Cristo.





Sobre el orden de columnas se colocan ocho figuras en bulto redondo que apelan a la genealogía (masculina) de José, esposo de la Virgen, con un arcángel a cada lado. El grupo situado al norte, encabezado por un arcángel aún sin identificar, se completa con dos profetas y el rey Salomón. 


El rey Salomón y los profetas



El rey David

Del otro lado del vano, el rey David tañe el arpa, y precede a dos profetas y el arcángel Gabriel, protagonista de la Anunciación. 
En el centro un parteluz con la Virgen, que sustenta una alcachofa, símbolo de la iglesia y al niño, en actitud de bendición,  en el otro brazo, todo bajo un chapitel en forma de ciudad.



En cada uno de los huecos que configura el parteluz de la puerta dos músicos afrontados acompañan una entrada triunfal. 


Parteluz


Decoración en relieve de la jamba sur de la puerta e inscripción interior pintada



Músico haciendo sonar una pareja de trompas


En el dintel, sobre la inscripción que menciona al pintor de la obra, se representa la muerte de la Virgen,  al modo de la época, con los ángeles elevando su alma y un cortejo funerario, conformado por los apóstoles.






La Virgen dormida, amortajada en su lecho y su alma elevada por ángeles

Encima del dintel aparece, la coronación celeste de la Virgen por Cristo flanqueada por dos ángeles portadores de cirios y otros dos que inciensan la escena.




Coronación de la Virgen María


En torno a ella se configuran siete arquivoltas figuradas de forma simétrica respecto de un eje central, la primera de ellas representando ángeles que portan incienso, la segunda a reyes o sabios portando libros entre San Pedro y San Pablo, la tercera a mártires y santos, la cuarta a obispos y abades, la quinta a vírgenes y mártires, la sexta a músicos y la séptima, mas ancha que las otras y presidida por Cristo tras su Pasión,  al Juicio final.


Sucesión de arquivoltas. La Séptima con los tormentos del infierno.


Ángeles haciendo sonar sus trompas a ambos lados de la escena central superior que representa a Cristo flanqueado por la Virgen y San Juan.Detrás dos ángeles sujetan sus brazos mientras otros dos, uno a cada lado portan los clavos y la corona de su Pasión. 




Las seis arquivoltas en el extremo septentrional de la puerta. En la sexta y de abajo hacia arriba: laúd, zanfonía, arpa y salterio de brazo.


De abajo hacia arriba: laúd, viola, arpa y salterio

La música cobra un especial significado en esta puerta. Junto al rey David, que tañe su arpa,  los cuatro músicos que flanquean el acceso, los ángeles que anuncian el final de los tiempos, y la escena musical del Paraíso, se representan, en la sexta arquivolta 18 músicos. Los instrumentos, analizados por el músico Luis Delgado, en el primer nivel son de cuerda pulsada,  en el segundo de cuerda frotada, arpas en el tercero, psalterios en el cuarto, cuerda pulsada en el quinto, aerófonos en el sexto, percusión en el séptimo, de nuevo aerófonos en el octavo, para terminar con cuerdas frotadas en el último. Todos ellos están emparejados simétricamente, consiguiendo traducir un efecto estereofónico a la medieval, tal y como observó en su día Jesús Reolid.


Pandero, flauta y viola


Psalterio


Arpa


Esto nos dice mucho de la preocupación musical de la representación, que no se limita a distribuir aleatoriamente los instrumentos sino que cuida  la colocación estandarizada de los músicos de modo que el sonido deseado estuviera perfectamente equilibrado.




Arpa de la sexta arquivolta. Al lado, en la entrada del Paraíso se representaron los tres músicos: laúd, salterio y viola

Junto a la sexta arquivolta, a ambos lados de Cristo, sendos ángeles llaman al infierno y al Paraiso tocando una trompa, mientras en el paraiso, representado en este caso con una clara influencia islámica, comparece un trío musical de cuerda pulsada, salterio y cuerda frotada. 

En el Pórtico se encuentran instrumentos "atípicos", una cuestión que explica la especialista Mary Remnant en su "Historia de los Instrumentos Musicales" (1989),  como licencias del artista o errores. Puede que el instrumento funcionara tal y como es representado, pero en el caso de que no fuera así se debería a que el escultor careciera del conocimiento suficientes o a una falta absoluta de interés en ser fiable.

Aunque para esta sexta arquivolta, con su música sonando, se ha propuesto una relación posible tanto con con la ceremonia de Coronación de la Virgen como con el juicio final, basado en la relación iconográfica con representaciones de los 24 ancianos del Apocalipsis tañendo instrumentos musicales,  yo prefiero pensar que la música de este viaje en el tiempo, por el que nos conduce la puerta de la Majestad de Toro, era gozosa y anuncio de fiesta y celebración.
 


¡Les deseo una feliz semana!



5 comentarios:

  1. Muchas gracias por ese "link" y por las fotos!
    Ricardo da Costa
    www.ricardocosta.com

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  2. Muchas gracias por este excelente trabajo.

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  3. He disfrutado mucho tu publicación, la he copiado y pegado en un archivo word para poder leerla y contemplar las imagenes cuantas veces quiera y temiendo no volver a encontrar el link. ¡Muchísimas gracias!
    Sergio Ch. desde Córdoba de la Nueva Andalucía, Argentina

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