lunes, 26 de enero de 2015

Cármina Burana





El Bosque. Codex Buranus. Detalle LC 6019 


Será que siempre me gustaron muchísimo aquellos viejos cantos medievales jocosos que escuché interpretados por varias y bien diferentes formaciones musicales; será que las percusiones de la cantata me ponen los pelos de punta; será que voy a cantar sobre una escenario la obra compuesta por Orff, versionando a los goliardos europeos de los siglos XII y XIII...sea como fuere, me propuse escribir algo sencillo sobre ello, ahora que tengo sobre la mesa las partituras y las grabaciones para empezar un trabajo en el que vuelco la ilusión como una niña pequeña. 
Será en abril, formando parte del coro piccolo, con la compañía la Fura dels Baus y la orquesta sinfónica de Castilla y León, en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid. Me gustaría que lo disfrutaran en toda su complejidad y belleza. 





Jugando y bebiendo. Codex Buranus.  Fol 91


Meum est propositum in taberna mori, Ut sint vina proxima morientis ori.
Tunc cantabunt letius angelorum chori: "Deus sit propitius huic potatori."

Quiero morir en la taberna donde los vinos estén cerca de la boca del moribundo; Luego los coros de los ángeles bajarán cantando: “Que Dios sea clemente con este buen bebedor”
(juego de palabras potatori-pecatori)

Texto del Archipoeta



Los Cármina Burana.


Johann Christoph von Aretin, encontró, en 1803, un códice en la abadía benedictina de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en Baviera, junto a la frontera con Chequia, que contenía 300 poemas  en latín, en dialecto del germano antiguo medio y en francés antiguo, en los siglos XII y XIII. Debieron ser escritos hacia el año 1230 en la abadía benedictina de Seckau o en el convento de Neustift, ambos en Austria.
Su nombre, es debido a la primera publicación, "Cantos de Beuren", realizada por Johann Andreas Schmeller en 1847. 
En estos poemas se ensalza el placer por vivir y el interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, siempre con una mirada crítica y satírica hacia los estamentos sociales y eclesiásticos de la época.
Estos Cármina (plural de Carmen, poema o canto en latín) de Beuern o Cármina Burana (gentilicio de procedencia) constituyen la mejor colección de poesía gordialesca conservada en la actualidad.
En el transcurso de la secularización de los bienes monacales, estos poemas llegaron a la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, donde se conservan en la actualidad (Signatura: clm 4660/4660a). 
En ellos se hace gala del gozo por vivir mediante la sátira, el humor, un tono picante y a veces intensamente erótico y un carácter popularizante, incluyendo el uso de las parodias de la liturgia cristiana medieval. 
En los Cármina Burana se  critica a todos los estamentos sociales, especialmente a quienes ostentaban el poder, centrándose en la monarquía, la nobleza y sobre todo, el clero, siendo sus composiciones más características las Kontrafakturen que imitan con su ritmo las letanías del Antiguo Evangelio, con el fin de hacer sátira la decadencia de la iglesia de Roma.
De igual modo se hace elogio del amor, del juego y, fundamentalmente, el vino, versándose, además, hechos de las cruzadas y raptos de doncellas por caballeros. 
Esta diversidad, que refleja los contrastes sociales y culturales en la Edad media, es una de sus mayores valores y en ella yace su fuerza y singularidad única. Es precisamente, esta información cultural la que nos proporciona una visión sobre los siglos XII y XIII muy alejada de aquella considerada como una Edad Oscura.
La notación musical, en buena parte de ellos, es neumática.
Los Cármina Burana constituyen la mayor y mas antigua colección de poemas y cantos laicos de toda la Europa Medieval (frente a los religiosos, mucho mas numerosos) y se encuentran divididos en 6 partes:

Carmina ecclesiástica (canciones sobre temas religiosos).

Carmina moralia et satirica (cantos morales y satíricos).

Carmina amatoria (canciones de amor).

Carmina potoria (sobre la bebida y parodias).

Ludi (representaciones).

Supplementum (versiones de todas las anteriores, con algunas variaciones).





Interpretación de uno de los cantos: Tempus est iocundum, por Micrologus






Interpretación "dura" de los Cármina Burana completos, por Clemencic Consort



Manuscrito completo



Los Goliardos, Una casta de intelectuales pobres y marginales que escarnecieron y cuestionaron todo.



Yo soy cosa ligera como la hoja que arrastra indiferente el huracán
como el esquife que boga sin piloto, 
como un pájaro errante por los caminos del aire, 
no estoy fijado ni por el ancla ni por las cuerdas
 La belleza de las muchachas hirió mi pecho
 Aquellas a las que no puedo tocar, las poseo con toda mi alma
en segundo lugar se me reprocha el juego, 
Pero tan pronto como el juego me deja desnudo y el cuerpo frío mi espíritu enciende 
Es entonces cuando mi musa compone mis mejores canciones 


La etimología ‘goliardo’ parece responder a tres posibilidades; la primera, que proviene de ser considerados como las gentes de ‘Goliath’ , entendido como el mismo diablo, o tal vez haciéndolo derivar de la palabra ‘gueulard’,  que en francés antiguo sirve para denominar a los glotones y deslenguados, o para terminar, como derivado de ‘gola’, garganta, en relación a la desmesurada afición al vino. 
Todo esto, unido a la existencia del mítico ‘Golías’,  legendario archipoeta antepasado de los personajes muy posteriores de Pantagruel y de Panurgo, nos acerca a lo que quisieron poner de relieve quienes inventaron ese nombre. Este personaje mítico de Golias, parece que reconocido a través de los Cármina Burana, debió trabajar en la corte de Reinaldo de Dassel, el obispo de Colonia, Alemania y archicanciller de Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano,  lo que demuestra que tuvo que componer entre los años 1159 y 1167.




Una Europa de cambios en la que la apertura de nuevas rutas comerciales hace incrementar el poder económico de artesanos y comerciantes que no desean someterse a las normas feudales llegando a crear auténticas repúblicas y  en la que comienzan a aparecer las Universidades, posibilita la creación de nuevas corrientes en las que ciertos clérigos se sentían más libres fuera de las reglas de los conventos y algunos estudiantes vagabundeaban de universidad en universidad en busca de maestro. Así, conformaron un modo grupal de vida errante y libertina, los Goliardos, que durante los siglos XII y XIII fueron muy famosos.





Vivían de la mendicidad y ejercían de juglares o bufones para obtener el dinero suficiente con que alimentarse y acudir a la taberna, que era su lugar de reunión favorito y al que dedicaron muchos poemas. 
Parece que necesariamente debían pertenecer a las  clases sociales mejor situadas de la época pues poseían un conocimiento exhaustivo y profundo del latín, que era el vehículo del conocimiento de la época, así como una sólida formación bíblica, litúrgica y de las fuentes clásicas, lo que les permitía satirizar y banalizar de forma brillante, superando los esquemas sociales preestablecidos, optando por un tipo de vida sin apegos, alegre y disoluta, poniendo las bases al bien conocido estudiante pícaro y tuno, este último aún presente, en cierto modo, en la península Ibérica, donde las tunas o estudiantinas siguen cantando y tocando instrumentos interpretando canciones pícaras y pedigüeñas.
Las críticas y burlas de los goliardos se centraban en la nobleza, las hazañas militares y la iglesia sin dejar de lado a  los campesinos, por su torpeza y su vínculo al sistema feudal y a la sacrificada vida agropecuaria. 
Los documentos medievales de autores de la época los condenaban y desaconsejaban el trato con ellos, fundamentalmente desde el ámbito religioso, pues detestaban la pobreza, la vida contemplativa, la reclusión en los monasterios, el martirio y el asectismo, siendo reiteradas las ocasiones en las que se refieren despectivamente a aquellos en los propios concilios eclesiásticos. 
La fatalidad del destino era otro de los temas recurrentes entre la literatura goliardesca, dedicando a los caprichos de la diosa Fortuna muchas de sus composiciones. Este tema había sido introducido por el autor latino Boecio del siglo V, como consecuencia de haber caído en desgracia y ser encarcelado tras haber ocupado diferentes cargos públicos. Antes de este autor, la Fortuna era símbolo de abundancia siendo representada por una esfera. Tras su obra "Consolación de la filosofía" adoptó como símbolo una rueda aceptando que junto a los momentos abundantes pueden existir incertidumbre y escasez, que la fama y la riqueza son pasajeras y que lo único que ha de ser inmutable es la bondad.  



“Hago girar con rapidez mi rueda, y entonces me deleita ver cómo sube lo que estaba abajo y se baja lo que estaba en alto. Súbete a ella, si quieres, pero a condición de que cuando la ley de mi juego lo prescriba, no consideres injusto el que te haga bajar. 






Fortuna Imperatriz Mundi. Codex Buranus, folio 1r.






Oh, Fortuna, velut luna como la luna statu variabilis, de condición variable, semper crescis siempre creces aut decrescis; o decreces; vita detestabilis vida detestable nunc obdurat que ahora oprime et tunc curat.
Hortus Deliciarum, entre 1176-1185 FORTUNA IMPERATRIX MUNDI 



Incuestionablemente, el movimiento goliardesco supuso un enorme acicate para la cultura europea, constituyendo el cultivo de una poesía irreverente y profana pero culta. Los goliardos, conscientes y conocedores de su calidad y sátira, que no iban dirigidas a su comprensión por el pueblo llano, si no a los segmentos sociales mas formados, versaban con maestría sobre el vino, el amor, los placeres del mundo, con un oficio difícil de igualar.
Famosos goliardos fueron  Hugo de Orleans, Gualterio de Chatillón, Pedro de Blois, el Archipoeta de Colonia Gualtero Mapes y, según algunos, Pedro Abelardo, además del mítico Golías.


La Cantata Cármina Burana


Entre 1935 y 1936, tomando como base una selección de 25 de los poemas incluidos en los Cármina Burana medievales y ordenándolas para su montaje, Carl Orff compuso la Cantata escénica titulada Cármina Burana: Cantiones profanæ cantoribus et choris cantandæ comitantibus instrumentis atque imaginibus magicis (Canciones de Beuern: canciones seculares para cantantes y coros para ser cantadas con instrumentos e imágenes mágicas). 
La obra fue estrenada el 8 de junio de 1937 en la Ópera de Fráncfort, bajo la dirección de Oskar Wälterlin.
En la cantata, además de la orquesta y coros, intervienen solistas destacando su abundante y espléndida percusión y una enorme riqueza rítmica que aleja la monotonía de las melodías. Su fragmento más conocido es el Oh Fortuna, que constituye la primera parte del preludio y que se repite al final de la obra, de manera que al concluir volviendo al comienzo se representa ese eterno giro de la rueda de la fortuna.

La obra de Orff se interpreta, en la parte vocal por solistas (soprano, tenor y barítono), un gran coro y un coro piccolo y, en la orquesta por percusiones, cuerda y vientos.   Consta de una introducción, tres partes y un final.

• Introducción: Fortuna imperatrix mundi. 

• Primera parte: Primo vere - Ûf dem anger. 

• Segunda parte: In taberna. 

• Tercera parte: Cour d’amours - Blanziflor et Helena. 


• Final: Fortuna imperatrix mundi. 

Textos completos de la Cantata







¡Les deseo que pasen una feliz Semana!


Carmina Burana, prólogo de Carlos Yarza y traducción de Lluís Moles, Barcelona, Seix Barral, 1981.
http://webs.ono.com/jgarciailla/doc/carmina.pdf

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